Lo he intentado, de verdad, pero me ha sido imposible ¿y porqué? por el exceso de sueño y de cansancio. Esto de estar embarazada me hace volverme perezosa, vaga... no aguanto en el comedor más de las diez y media de la noche, y claro con Pablo a mi lado o encima, es imposible concentrarme para escribir y para editar la foto elegida.
Espero que sólo sean los tres primeros meses, como me sucedió en el anterior embarazo, porque así no puedo estar. Los fines de semana me acuesto unas siestas de más de tres horas, y como Pablo me acompaña pues no hay cristo que me despierte.
Hoy estoy haciendo un esfuerzo enorme, su padre se lo ha llevado a la cama y yo estoy aprovechando, entre pestañazo y pestañazo, para poder cumplir con mi reto, aunque sea una semana tarde.
Las fotos no son de lo mejor que he hecho, no estoy contenta con el resultado. Pero el día de reyes es tan especial, que no podía dejar de ponerlas.
Esta foto corresponde al día 5, cuando estábamos viendo la cabalgata. Cómo se puede apreciar en su cara, alucinó con todo.

Tras finalizar la cabalgata, Pablo y su amigo Iker, se colocaron en la cola para besar a Baltasar y de regalo se llevaron una bolsa llena de cocodrilos y lagartos.

A la mañana siguiente fue increible verlo entrar en el comedor y encontrarse con el árbol de navidad rodeado de regalo, más que a hacerle fotos, me dediqué a grabarlo en vídeo. Cuando sea mayor se reirá mucho viendo su reacción. NO CAMBIO ESE MOMENTO POR NADA, y en estos momentos, NI POR DOS HORAS DE SUEÑO MÁS jajajaja.